La brujita y el fuego inextinguible

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La brujita y el fuego inextinguible (I)
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La brujita y el fuego inextinguible
La brujita y el fuego inextinguible (II)
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La brujita y el fuego inextinguible
La brujita y el fuego inextinguible (III)
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La brujita y el fuego inextinguible
La brujita y el fuego inextinguible (IV)
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La brujita y el fuego inextinguible
La brujita y el fuego inextinguible (V)
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La brujita y el fuego inextinguible
La brujita y el fuego inextinguible (VI)
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La brujita y el fuego inextinguible
La brujita y el fuego inextinguible (VII)
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La brujita y el fuego inextinguible
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La brujita y el fuego inextinguible (I)
La brujita y el fuego inextinguible (II)
La brujita y el fuego inextinguible (III)
La brujita y el fuego inextinguible (IV)
La brujita y el fuego inextinguible (V)
La brujita y el fuego inextinguible (VI)
La brujita y el fuego inextinguible (VII)

La brujita y el fuego inextinguible (I)

La brujita y el fuego inextinguible (I)
La brujita y el fuego inextinguible (I)NameLa brujita y el fuego inextinguible (I)
Type (Ingame)Objeto de misión
FamilyLa brujita y el fuego inextinguible
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DescriptionAunque está bellamente encuadernado, todo el texto está escrito a mano. A juzgar por la caligrafía, hubo más de un autor. “El contenido no es relevante. Con que la cubierta sea bonita, dará la sensación de que se trata de una obra maestra”.
Esta es la historia de una brujita que hizo un viaje en busca del fuego inextinguible. Así comienza la historia:
Érase una vez, en el extremo occidental de un mundo mágico, una brujita que estaba a punto de enfrentarse a la prueba final de su examen para obtener la licencia de bruja. Según las normas, si superaba dicha prueba, podría convertirse en una gran bruja de pleno derecho.
Los temas de la prueba se decidían por sorteo, lo que solía dar lugar a algunos imprevistos. Sin embargo, debido al conservadurismo del mundo mágico, las reglas del examen por sorteo se habían mantenido en pie desde tiempos antiguos.
En el mundo exterior, había una teoría llamada “la ley de Murphy” —o así creo que se llamaba. Hacía referencia a la alta probabilidad de que terminen ocurriendo las cosas que más te preocupan. Así pues, como era de esperar, lo inesperado le acabó ocurriendo a la brujita.
A algunas brujitas les tocaron temas muy sencillos, como por ejemplo: crear la piedra filosofal, la respuesta definitiva a todas las preguntas del universo material; traer consigo barba de una poderosa ballena del universo; hallar un modo de viajar a través del tiempo, o encontrar en un universo alternativo algún grimorio que hubiera sido descatalogado debido a una antigua gran guerra mágica.
Por su parte, a la brujita protagonista de esta historia le tocó un tema de dificultad infernal: encontrar y traer consigo un “fuego inextinguible”. Entonces, pensó que tal vez podía pedirle consejo a su profesora bruja.
Esta, que estaba disfrutando de un delicioso té de la tarde con sus amigas, la consoló: “Te ha tocado un tema un poco más difícil que a las demás porque estás destinada a ser una bruja mucho más poderosa que ellas. Anímate, mujer, ¡los enigmas difíciles de resolver son los más entretenidos!”.
“¿Lo dice en serio?”.
“¡Claro! Cuando regreses, ¡te estaré esperando con una hora del té mucho mejor que esta!”.
Una de las amigas de la profesora bruja le susurró al oído: “Oye, te has pasado un poco, ¿no? Ese tema del examen te lo has sacado de la manga porque no te apetecía pensar en otras posibilidades. Si existiera algo así, entonces ya se habría inventado una máquina de moción perpetua. ¿Por qué no le dijiste que demostrara la teoría de la gran unificación basándose en la teoría de la unificación de la electrodebilidad?”.
“Bah, qué más da, anda que la vida no está llena de mentiras”, dijo la bruja profesora sin un ápice de culpa, y añadió: “Y en cualquier caso, ¡tampoco es que sea una mentira! Sé que el fuego inextinguible existe de verdad. Sí, sí... ¿Cuándo fue que vi aquella estrella ardiente? Humm, ahora no me acuerdo...”.
La bruja profesora giró la cabeza y dijo: “*Ejem, ejem*, en vista de lo difícil que es el tema que te ha tocado, te daré el triple de tiempo que a las demás brujitas para que completes tu prueba. ¡Ánimo con ello! Jeje”.

La brujita y el fuego inextinguible (II)

La brujita y el fuego inextinguible (II)
La brujita y el fuego inextinguible (II)NameLa brujita y el fuego inextinguible (II)
Type (Ingame)Objeto de misión
FamilyLa brujita y el fuego inextinguible
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Description“¡Has escrito todo esto y no hay ningún avance en la trama! ¡Es todo ambientación!”. “¡Y qué sabrás tú! Además, ¡no es todo ambientación! ¡Hay elementos de distintas disciplinas y ciencias!
Caía la noche en las profundidades del bosque.
La brujita viajaba en su escoba bajo una luna verde sangre.
En astrología, el color verde sangre simboliza un gran cambio cuyo resultado final no se puede predecir si traerá fortuna o desgracia.
Bueno, en realidad, dicho color hace referencia a los nefilim, la raza gobernante de este planeta. Son hijos de dioses y humanos, así que su sangre, roja como la de los humanos, se ha combinado con la sangre dorada de los dioses. Por su parte, el color verde de la luna es el resultado de la composición material de este astro, su distancia con respecto a la tierra y la atmósfera.

En fin, volviendo al tema: la brujita viajaba en su escoba bajo una luna verde sangre, cuando de repente se encontró con una joven que decía ser adivina.
“Quiero ser el espíritu familiar de una bruja”, dijo la joven.
Antes de aquel encuentro, la brujita siempre había querido aclarar una duda que tenía: “¿De verdad que los adivinos pueden predecir el destino?”.
La adivina le explicó a la brujita cómo funcionaba la adivinación. Lo que le dijo fue más o menos que...
En nuestro mundo, los astros son los hilos del cielo que dan impulso a la vida de las personas de la tierra, mientras que en otros mundos, la astronomía se dedica a investigar la energía de la eclíptica solar, la energía lunar de los satélites, la energía y la voluntad de los gobernantes celestiales de los planetas, la energía caótica e interferencial de las lejanas estrellas y la energía oscura del universo. Estos fenómenos también afectan a nuestro planeta, pero sus efectos son mitigados por un obstáculo celeste gigante. Es por eso que la astronomía de otros planetas es mucho más abstracta que la del nuestro.
Por cierto, en otros planetas denominan “gobernantes” a los cuerpos celestes reales, mientras que a los teóricos los llaman “imaginarios”. Y el planeta en el que estaba la brujita no era ninguna excepción.
También llamamos “gobernante” a aquellas voluntades que descienden del cielo. Generalmente, en los planetas en los que existe vida e inteligencia, hay siete gobernantes, a los cuales se conoce como “Los Siete”. En cambio, en los cuerpos celestes teóricos, esta cifra varía entre uno, dos, cuatro, etc. Es posible que en el planeta en el que estaba la brujita solo hubiera uno. En el caso de los cuerpos celestes teóricos, el cuerpo “imaginario” suele ser un “sol oscuro”.
En esencia, los astrónomos y los astrólogos se dedican a hacer valoraciones y cálculos sobre el obstáculo celeste, el universo, los gobernantes y los imaginarios, para luego inferir el desarrollo y las tendencias de cada persona en un mundo u otro. Nuestro planeta tiene un obstáculo celeste tan extremadamente pesado que basta con investigar solamente dicho obstáculo para obtener una predicción muy exacta. En cambio, en el mundo en el que estaban la brujita y la adivina, había que calcular una gran fórmula entera.

Tras escuchar la explicación, la brujita sintió una enorme admiración por el conocimiento y las técnicas de la adivina.
Ahora sí podían hablar del tema del espíritu familiar. Cuando alguien se convertía en el espíritu familiar de una bruja, podía usar su magia, lo que, a su vez, le permitía ver mejor el destino. Sin embargo, ser un espíritu familiar también podía tener efectos secundarios inesperados, por lo que era complicado predecir un resultado.
Ah, sí, volviendo al tema en cuestión: una luna de color verde sangre simboliza un gran cambio cuyo resultado final no se puede predecir si traerá fortuna o desgracia.

“Lo siento, aún no soy una gran bruja, así que no puedo convertirte en mi espíritu familiar”, explicó la brujita.
“Conozco otra forma de hacer un pacto con una bruja. Puede que esa sea la única forma”, respondió la joven.
La noche, que justamente coincidía con la Fiesta Nocturna de las brujas, estaba iluminada por una luna de color verde sangre.

Por cierto, la Fiesta Nocturna era una antigua ceremonia prohibida. Cuentan que la magia de las brujas alcanzaba su máximo poder esa noche. Organizaban dicha ceremonia en secreto, hacían ofrendas y se pasaban la noche prendiendo hogueras. Se trataba de una costumbre del extremo occidental del mundo mágico que había caído en el olvido, pero por alguna razón la habían recuperado en las profundidades del bosque. En teoría, solo las grandes brujas y otras personas superiores a ellas podían ser invitadas e invitar a otros a esta ceremonia.
En realidad, participar o no en la Fiesta Nocturna dependía directamente del estado de ánimo o matrimonial de las brujas.

Pero volviendo al tema: aunque, por alguna razón, la adivina sabía eso sobre las brujas, la brujita no entendía qué era lo que le estaba pidiendo. Así pues, decidieron ir a la Fiesta Nocturna con la excusa de que la brujita estaba preocupada por encontrar el fuego inextinguible.

Las grandes brujas bailaban alrededor de una hoguera bajo la luz de la luna verde sangre.
La brujita y la joven que decía ser adivina se escondieron bajo la sombra de un árbol que, al ser más densa que una nube, impedía que la luz la iluminara.

“Solo tenemos que esperar hasta el día siguiente después de la antigua Fiesta Nocturna prohibida. Entonces, las brujas desaparecerán cuando se vean los primeros rayos del alba.
Entre las brasas grisáceas habrá una llama de fuego inextinguible. Cuando un mortal se la lleve para darla como ofrenda, equivaldrá a hacer un pacto con una bruja”, explicó la joven.
“¿Ese método es infalible?”, preguntó la brujita.
“Existe la posibilidad de ser rechazado por la bruja en cuestión, pero... a las brujas les suele gustar hacer de médiums, y a mí no me da miedo convertirme en un monstruo horrible”, respondió la joven con entusiasmo.
“Entonces, ¿dices que esto es el fuego inextinguible? ¿Y por qué no nos lo llevamos?”, dijo la brujita dejando ver sus pensamientos más oscuros.

Bajo una luna verde sangre, las grandes brujas cantaban una de sus canciones:
“Si una ópera de brujas todo fuera,
ya no habría nada real por lo que sentir tristeza.
Nuestra fiesta ya terminó,
mas la historia no se detendrá,
y cada día, noche de brujas habrá”.

La brujita, que escuchaba la canción a escondidas, se sintió tremendamente avergonzada. Pero no porque le preocupara que entre las grandes e importantes brujas que había allí estuviera su profesora, la directora de su escuela o la jefa de estudios, ya que la brujita conocía a todas las personas de su escuela y estaba segura de que allí no había nadie conocido.
Que, por cierto, aunque la escuela a la que ella asistía tenía un sistema de profesora-alumna más o menos laxo, también contaba con listas en las que se enumeraba a las personas por edad. En las horas libres de clase, se permitía a las alumnas de distintas profesoras hablar entre sí. La creación de este sistema data de la remota época en la que surgieron las Brujas del Oeste. Estas no censuraban el intercambio y el aprendizaje mutuo de conjuros y rituales secretos, lo que hizo que su influencia se expandiera muy rápidamente en su época. Y efectivamente, la brujita de esta historia era descendiente directa de las Brujas del Oeste. En fin, no crean que todo esto lo he dicho porque antes me olvidé de dar más contexto.

Volviendo al tema, la brujita le dijo a la adivina:
“¡Ármate de valor y aprovecha para hacerlo ahora que tienes la oportunidad! Cuando se vea el alba, llévate esa llama y, si tienes la mala suerte de convertirte en un monstruo, pondré fin a tu vida de inmediato para que no tengas que sufrir”.
Como muestra de agradecimiento por su amistad, la joven le regaló a la bruja su preciada bola de cristal.
“Esta es una bola de cristal que siente alegría por todos los destinos que ya se conocen, que siente desazón por todas las tragedias que aún no han sido reveladas. Si alguna vez te sientes perdida, ¡deja que ella te muestre el camino!”.

En realidad, aquella bola de cristal también tenía su historia, y es que...

La brujita y el fuego inextinguible (III)

La brujita y el fuego inextinguible (III)
La brujita y el fuego inextinguible (III)NameLa brujita y el fuego inextinguible (III)
Type (Ingame)Objeto de misión
FamilyLa brujita y el fuego inextinguible
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DescriptionUn texto de caligrafía misteriosa se halla escrito antes del cuerpo principal: “Con las pocas veces que R logra estar durante un tiempo en sus cabales, ¿de verdad quieres que pase ese tiempo tan valioso escribiendo esto?”. “No te preocupes, esto es lo más importante que puede haber para una bruja”.
En su viaje, la brujita conoció a un grupo de personas que iban a matar unos monstruos malvados.
Decidió unirse a ellos e ir a matar a dichos monstruos.
Aquellas personas le dijeron a la brujita: “Cuantos más monstruos matemos, más poderosa serás, bruja”.
Aquello era verdad.
Entonces, se encontraron con un monstruo mimético.
A partir de aquel incidente, la brujita escribía un “Diario de caza de monstruos” cada vez que cazaba uno.

El caso es que se encontraron con el monstruo mimético en una casa destartalada. Al principio no sabían qué era y pensaron que le había crecido moho.
Tras respirar el polvo de sus esporas, los miembros del grupo se transformaron en: un robot antiguo y de aspecto burdo (el cual a la brujita le resultaba muy feo, pues con la alquimia se podían crear cosas mucho mejores), una bella dama (este miembro del equipo originalmente era un hombre, así que la brujita sospechaba que se trataba de una versión inversa hermafrodita del orden del género de los seres vivos) y un pirata (la brujita no entendía el porqué de esta transformación).
Tras un tiempo, todos empezaron a tener cierta dismorfia corporal. Los tres eran de la misma especie, así que no entendían por qué habían adoptado formas tan distintas. Eso sí, las dolencias que les aquejaban sí eran muy similares.
La brujita se percató de que el moho no solo tenía consciencia propia, sino también el poder de transformar a los seres vivos en la forma que desearan. Sin embargo, ella estaba satisfecha consigo misma, así que no se transformó.
Así pues, decidió poner a prueba las propiedades del moho.
Probó a ingerir un trozo y se dio cuenta de que era comestible y no causaba efectos secundarios, por lo que pensó que, tal vez, llamarlo “moho” había sido un prejuicio. Aunque luego pensó en que el queso azul también tiene moho y se puede comer, así que decidió seguir llamándolo así. Cabe mencionar que, cuando cortó otro trozo, los filamentos adheridos a él desaparecieron de inmediato, lo que demostraba que quizá poseían una inteligencia de enjambre básica.
Para poder conversar más con él, la brujita quiso convertirse en moho. Y eso es justo lo que sucedió.
El moho se congregaba por medio de unas extrañas señales biológicas que aún estaban por descifrar. Sin embargo, tras observarlo durante varias veces seguidas, daba para pensar que era posible que la inteligencia de enjambre del moho fuera menor de la esperada.
Al final, el moho se mató a sí mismo y la brujita logró descifrar su forma de comunicación. Resultó que, al ver que ella se había convertido en un ente idéntico a él, el moho empezó a no reconocerse a sí mismo y a disociar. No dejaba de emitir unas señales que equivalían a las preguntas filosóficas de “¿Quién soy yo? ¿Quién es yo?”. Al parecer, su inteligencia era mucho mayor de la esperada.
Cuando los miembros del equipo recuperaron su forma, le dijeron a la brujita que aquel era un monstruo mimético malvado; es decir, era de la misma clase que un monstruo malvado estándar, pero de distinto orden taxonómico.
Una lástima, pues la brujita quería seguir observándolo y tomando algunas notas más.

Más tarde, ella y su equipo se encontraron con un monstruo ardilla. Esta vez, sus compañeros sí le avisaron con antelación de que también se trataba de un tipo de monstruo malvado.
Era de la misma clase y el mismo superorden que los monstruos malvados estándar, pero de distinto magnorden.
El monstruo ardilla parecía muy agresivo. La brujita sospechaba que ese comportamiento violento podía deberse al periodo de gestación o de alimentación de sus crías.
Sin embargo, al infiltrarse en la guarida del monstruo ardilla, se dio cuenta de que era macho, y de que se había comido a uno de sus compañeros de equipo.
Lo único que ocurría era que el monstruo tenía muy mal temperamento, así que la brujita decidió que informaría del resultado de esta investigación para evitar que ocurriera otra desgracia.
Tras intentar alimentar y distraer al monstruo, este devoró a otro compañero.
Estaba claro que vegetariano no era.
El último miembro del equipo salió corriendo. Siguiendo el patrón, supuso que el próximo en morir sería él, lo cual era una conclusión errónea basada en un proceso equivocado y un resumen de los hechos incompleto.
Al final, usó carne de jabalí de la mejor calidad para atraer al monstruo ardilla hasta una trampa. Gracias a su grasa y su pelaje, este podía soportar muy bien el fuego y el hielo y, aunque nadie lo había diseccionado para comprobarlo, resultó que también poseía órganos para respirar bajo el agua.
Finalmente, se deshizo del monstruo ardilla por medio de un entorno vacío, lo que demostró que no era un ser anaeróbico.

Los monstruos malvados parecen fuertes, pero todos ellos tienen puntos débiles, inclusive los seres alquímicos.
Así pues, por fin, la brujita se iba a enfrentar a un monstruo malvado estándar, es decir, un gran monstruo malvado con forma de homínido.

La brujita y el fuego inextinguible (IV)

La brujita y el fuego inextinguible (IV)
La brujita y el fuego inextinguible (IV)NameLa brujita y el fuego inextinguible (IV)
Type (Ingame)Objeto de misión
FamilyLa brujita y el fuego inextinguible
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DescriptionUn texto de caligrafía misteriosa se halla escrito antes del cuerpo principal: “¡Por su majestad la Zarina! ¿Cómo voy a reciclar tantos hilos argumentales? Ay, pobre de mí, pobre de esta anciana...”.
La bruja encontró al gran monstruo malvado. Recordemos que, cuantos más monstruos mata... quiero decir, cuantos más monstruos derrotara la bruja, más fuerte se volvería. Pues ya era super-superfuerte, así que el gran monstruo no podía ser rival para ella.
“¿De verdad vas a matar a un ser vivo que parece un humano y que, además, tiene inteligencia propia?”, gritó el monstruo desesperado.
“Tienes razón. En realidad, no quiero hacerte daño”, respondió la brujita, y agregó: “No he olvidado que mi objetivo es encontrar el fuego inextinguible. Investigar, observar y cazar monstruos malvados no es más que un medio para ir acumulando poder”.
Entonces, la brujita usó... Bueno, no sé qué uso. Al fin y al cabo, no entiendo ni de magia ni de ocultismo. El caso es que acabó atando al poderoso gran monstruo maligno y lo llevó hasta una ciudad cercana.

Como estudiante en prácticas de las Brujas del Oeste que estaba de viaje para superar un examen, la brujita naturalmente tenía un documento con el que certificar su identidad. Gracias a dicho documento, gozaba de plena libertad de movimiento entre los múltiples reinos mortales. Además, falsificarlo era extremadamente complicado, lo que nos ahorra unos cuantos clichés en esta historia.
Esto puso en un aprieto a la alcaldesa de la ciudad —por cierto, aquella nación se regía por un sistema de laxas confederaciones, y al haber una alcaldesa, no había clase aristócrata, ni tampoco un sistema hereditario—, ya que era bastante complicado deshacerse de aquel gran monstruo malvado.
Recuerdas que la raza gobernante de este planeta eran los nefilim, unos seres híbridos con sangre humana y divina, ¿cierto? Ajá, pues el gran monstruo malvado era, en realidad, de la raza nefilim de los monstruos malvados homínidos de la clase de monstruos malvados. Al ser la raza gobernante, los nefilim eran claramente más poderosos que los humanos corrientes. Además, el hecho de que tuvieran sangre humana y divina quería decir que en este mundo había dioses.
No obstante, los nefilim gozaban de cierto grado de inmunidad. Si herían a menos de cinco personas, no les juzgaba con las mismas leyes que a los humanos corrientes, sino que se les extraditaba a su tierra. En cambio, de lo único que era culpable aquel gran monstruo malvado era de haber comido varios miles de jabalíes y pollos.

En cualquier caso, todo estaba a punto de convertirse en un juego político y diplomático. Claro que la alcaldesa podía descargar toda su responsabilidad en las Brujas del Oeste, pero solo constituiría una ofensa contra el poder de las brujas en todo el continente.
Además, la alcaldesa era buena amiga de la brujita, así que nunca haría daño al colectivo de las brujas.
Tras muchos discursos diplomáticos, políticas conciliadoras y valoraciones de pros y contras, el gran monstruo malvado se vio involucrado en algo de lo que no tenía la culpa. Así pues, el objetivo de su venganza pasó a ser solamente la brujita.
Sin embargo, no era capaz de derrotarla, así que esa historia no viene al caso.

Ahora bien, ¿recuerdas aquella bola de cristal? Como la brujita se había quedado sin un objetivo, la sacó para ver qué le mostraba.

La brujita y el fuego inextinguible (V)

La brujita y el fuego inextinguible (V)
La brujita y el fuego inextinguible (V)NameLa brujita y el fuego inextinguible (V)
Type (Ingame)Objeto de misión
FamilyLa brujita y el fuego inextinguible
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DescriptionLa caligrafía con la que está escrito es bastante descuidada. Quizá la autora no tenía la costumbre de escribir, o tal vez ocurrió algo.
En la bola de cristal apareció un rostro conocido que dijo: “Soy tu profesora de magia. Tu prueba ha terminado: no has obtenido tu licencia de bruja”.

La brujita y el fuego inextinguible (VI)

La brujita y el fuego inextinguible (VI)
La brujita y el fuego inextinguible (VI)NameLa brujita y el fuego inextinguible (VI)
Type (Ingame)Objeto de misión
FamilyLa brujita y el fuego inextinguible
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Description“¿De verdad tengo que escribir esto en un momento como este?”. “Déjame escribir a mí, rara vez puedo volver a este mundo. Seguro que Alice también pensaría que, si no seguimos escribiendo, nada habría tenido sentido desde un principio”.
La brujita volvió a donde estaba su profesora para preguntarle cara a cara por qué había terminado el examen y por qué no le dejaba convertirse en una bruja. Quería lanzarle cosas a la cara, pero cosas ligeras que ella misma pudiera agarrar, evitando, por supuesto, la taza de té preferida de su profesora. En caso de necesidad, rompería su propia segunda taza preferida para enfatizar la gravedad del asunto, ya que esa no era el regalo de alguna amiga, sino que la había comprado para sí misma. Para ella, las cosas que le regalaban sus amigas eran tan importantes como la propia amistad, así que en ese caso no se dejaría llevar por las emociones.

“Octavia ha regresado. Vaya a hablar con ella de los viejos tiempos”.
Al ver a su profesora, a la brujita solo le salió decir esa frase tan normal. El enfado y las cosas que había estado acumulando, alimentando, madurando, planeando y ensayando infinitas veces se esfumó en un instante.
Octavia era buena amiga de la brujita, así como amiga de la legendaria bruja anciana. Como su hogar natal había sido destruido y ella no tenía el valor de hacer frente a los opresores, decidió llevar una vida errante para siempre.
Había visto numerosos mundos y solía contarle a la brujita cosas sobre los cielos que había más allá del cielo.

“El universo entero está a punto de morir. Hace poco estuvo en su punto álgido, pero pronto caerá estrepitosamente”, contó Octavia sentada en un patio mientras le bañaban los rayos del sol y se servía tanto una taza de té para sí misma como otra en la taza preferida de la brujita.
La brujita agarró una silla y se sentó: “Has vuelto tan de repente que ni siquiera nos ha dado tiempo a colocar tu silla. Creo que ahora estás sentada en la de la bruja anciana”.
“Muchas estrellas del universo se han apagado y no sé cuánto tiempo queda, así que quería venir a verlas a todas ustedes”, dijo Octavia.
“¿Mi profesora y las demás han suspendido todos los exámenes de brujas porque tú has vuelto y les has contado esto?”, preguntó la brujita.
“Es posible, pues debido a lo ocurrido nada en este mundo tendrá sentido. Es más, ya ni siquiera hay necesidad de que te conviertas en una bruja”.
“De acuerdo, entonces no volveré a enfadarme con mi profesora”, respondió la brujita.
“¿Y en su lugar te enfadarás conmigo por quitarte la oportunidad de ser bruja?”, preguntó O.
“Si te vas otra vez y no vuelves, entonces sí, me enfadaré contigo”, espetó la brujita, y prosiguió: “Bueno, voy a mi cuarto para traerte tu silla”.
“¿Qué más da? Puedo sentarme en la de la bruja anciana. Está tan vieja que ya no puede ni levantarse para venir a sentarse en ella”.
“No, no, de eso nada. Su silla es su silla, y la tuya es la tuya”, le explicó la brujita a O. “Cada silla le pertenece a una persona y, aunque esa persona no esté presente, sus recuerdos están sentados en la silla. Así que no, las sillas no se pueden tomar prestadas”.
Octavia se rio con impotencia.

Como se sentía culpable por haberle quitado la oportunidad de ser bruja, quiso contarle algo a la brujita.
Le dijo:
“El fuego inextinguible existe de verdad. Está en...”.

La brujita y el fuego inextinguible (VII)

La brujita y el fuego inextinguible (VII)
La brujita y el fuego inextinguible (VII)NameLa brujita y el fuego inextinguible (VII)
Type (Ingame)Objeto de misión
FamilyLa brujita y el fuego inextinguible
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DescriptionAunque está bellamente encuadernado, todo el texto está escrito a mano. A juzgar por la caligrafía, hubo más de un autor. “He encontrado el sentido de escribir, y es para contarte cuánto deseo que estés aquí conmigo”.
Arrastrada por las grandes olas del océano del tiempo y habiendo tenido que atravesar incontables vórtices de sucesos e hilos de telares, la brujita se perdió muchas cosas. Incluso la ceremonia de despedida de las grandes brujas, a las cuales tanto admiraba, terminó solitariamente al no contar con su asistencia.
Pero ya daba igual, pues después de superar tantas pruebas y desafíos de todo tipo, por fin se encontraba frente a la bruja anciana. En realidad, la brujita no sabía qué más podía decir sobre lo que había vivido, ni tampoco sabía por qué le había llevado tanto tiempo llegar hasta ahí. Al fin y al cabo, lo más importante era la hora del té de las brujas y el objetivo tras el que iba.
En realidad, al comienzo de su viaje ya vio un cielo —o una caverna, pues todas sabemos que no hay ninguna diferencia entre ambas cosas— tan oscuro como el carbón, el cual luchaba contra la oscuridad que asediaba al mundo desde todas las direcciones y en el cual brillaban tenuemente unas estrellas. Después de que el universo se sumiera en la oscuridad y todas las estrellas, incluida aquella llamada “Sol”, se hubieran apagado una tras otra, se decidió que se le llamaría “Escorpio”. La brujita recordó que las brujas habían contado esa historia en la hora del té, pero no recordaba ningún detalle, solo ese nombre.
En cualquier caso, la brujita había llegado a donde estaba la bruja anciana, que era la única que aún se encontraba en Escorpio. Sin embargo, su llama ya estaba muy débil y no le quedaba más que una pequeña ascua. La brujita le agarró de la mano, que ya estaba tan seca y frágil como la rama de un árbol, y pensó que la bruja anciana debió de ser también una brujita en su momento. Seguro que, en el pasado, sus manos eran tan puras y blanditas como las suyas, y seguro que con ellas había bebido elegantemente de una taza de té, había usado magia y había iluminado muchos mundos con su fuego.
La brujita dijo:
“Nadie quiere que el fuego se apague, pero parece que es inevitable. En la anterior despedida (tú también estabas), las longevas brujas dijeron que perderían muchas cosas a lo largo del infinito paso del tiempo, y que cada vez les daría más igual la vida, la muerte, el amor y el odio. Pero en realidad, no era más que una mentira para consolar a los compañeros que se fueron antes que ellas. Lo cierto es que, en un mundo sumido en la oscuridad y la desesperación, las brujas valorarán aún más el fuego, la luz y sus sombras.
Siempre dices que no eres como nosotras, pero siempre hemos pensado que eres la bruja más adorable y poderosa de todas nosotras. Siempre dices que no has dejado nada para la posteridad, pero en tus historias nos has dejado incontables mundos. Aunque pasen siglos o milenios, aunque llegue el día del juicio final, tan temido por cierta bruja astróloga, y aunque todas las longevas brujas mueran, la tenue luz que brilla en esos pequeños mundos nunca se apagará por completo. Así es, eres la bruja más poderosa de todas, mucho más que nosotras. Te echo de menos. Adiós”.
La bruja anciana no respondió, pues lo único que había en aquel lugar era una cáscara vacía sin apenas ninguna diferencia con respecto a las demás cáscaras que había visto la brujita en su viaje, y de composición prácticamente igual. Lo único que la diferenciaba de las demás era su minúscula llama.
La brujita se llevó el fuego que había incinerado a la bruja anciana y emprendió su viaje de vuelta a casa. Y así termina la historia. Pero la aventura de la brujita continuaría, pues estaba decidida a viajar por el universo con el fuego de la bruja anciana para iluminar cada rincón del tiempo.

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