La brujita y el fuego inextinguible (III)

La brujita y el fuego inextinguible (III)
La brujita y el fuego inextinguible (III)NameLa brujita y el fuego inextinguible (III)
Type (Ingame)Objeto de misión
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DescriptionUn texto de caligrafía misteriosa se halla escrito antes del cuerpo principal: “Con las pocas veces que R logra estar durante un tiempo en sus cabales, ¿de verdad quieres que pase ese tiempo tan valioso escribiendo esto?”. “No te preocupes, esto es lo más importante que puede haber para una bruja”.

Item Story

En su viaje, la brujita conoció a un grupo de personas que iban a matar unos monstruos malvados.
Decidió unirse a ellos e ir a matar a dichos monstruos.
Aquellas personas le dijeron a la brujita: “Cuantos más monstruos matemos, más poderosa serás, bruja”.
Aquello era verdad.
Entonces, se encontraron con un monstruo mimético.
A partir de aquel incidente, la brujita escribía un “Diario de caza de monstruos” cada vez que cazaba uno.

El caso es que se encontraron con el monstruo mimético en una casa destartalada. Al principio no sabían qué era y pensaron que le había crecido moho.
Tras respirar el polvo de sus esporas, los miembros del grupo se transformaron en: un robot antiguo y de aspecto burdo (el cual a la brujita le resultaba muy feo, pues con la alquimia se podían crear cosas mucho mejores), una bella dama (este miembro del equipo originalmente era un hombre, así que la brujita sospechaba que se trataba de una versión inversa hermafrodita del orden del género de los seres vivos) y un pirata (la brujita no entendía el porqué de esta transformación).
Tras un tiempo, todos empezaron a tener cierta dismorfia corporal. Los tres eran de la misma especie, así que no entendían por qué habían adoptado formas tan distintas. Eso sí, las dolencias que les aquejaban sí eran muy similares.
La brujita se percató de que el moho no solo tenía consciencia propia, sino también el poder de transformar a los seres vivos en la forma que desearan. Sin embargo, ella estaba satisfecha consigo misma, así que no se transformó.
Así pues, decidió poner a prueba las propiedades del moho.
Probó a ingerir un trozo y se dio cuenta de que era comestible y no causaba efectos secundarios, por lo que pensó que, tal vez, llamarlo “moho” había sido un prejuicio. Aunque luego pensó en que el queso azul también tiene moho y se puede comer, así que decidió seguir llamándolo así. Cabe mencionar que, cuando cortó otro trozo, los filamentos adheridos a él desaparecieron de inmediato, lo que demostraba que quizá poseían una inteligencia de enjambre básica.
Para poder conversar más con él, la brujita quiso convertirse en moho. Y eso es justo lo que sucedió.
El moho se congregaba por medio de unas extrañas señales biológicas que aún estaban por descifrar. Sin embargo, tras observarlo durante varias veces seguidas, daba para pensar que era posible que la inteligencia de enjambre del moho fuera menor de la esperada.
Al final, el moho se mató a sí mismo y la brujita logró descifrar su forma de comunicación. Resultó que, al ver que ella se había convertido en un ente idéntico a él, el moho empezó a no reconocerse a sí mismo y a disociar. No dejaba de emitir unas señales que equivalían a las preguntas filosóficas de “¿Quién soy yo? ¿Quién es yo?”. Al parecer, su inteligencia era mucho mayor de la esperada.
Cuando los miembros del equipo recuperaron su forma, le dijeron a la brujita que aquel era un monstruo mimético malvado; es decir, era de la misma clase que un monstruo malvado estándar, pero de distinto orden taxonómico.
Una lástima, pues la brujita quería seguir observándolo y tomando algunas notas más.

Más tarde, ella y su equipo se encontraron con un monstruo ardilla. Esta vez, sus compañeros sí le avisaron con antelación de que también se trataba de un tipo de monstruo malvado.
Era de la misma clase y el mismo superorden que los monstruos malvados estándar, pero de distinto magnorden.
El monstruo ardilla parecía muy agresivo. La brujita sospechaba que ese comportamiento violento podía deberse al periodo de gestación o de alimentación de sus crías.
Sin embargo, al infiltrarse en la guarida del monstruo ardilla, se dio cuenta de que era macho, y de que se había comido a uno de sus compañeros de equipo.
Lo único que ocurría era que el monstruo tenía muy mal temperamento, así que la brujita decidió que informaría del resultado de esta investigación para evitar que ocurriera otra desgracia.
Tras intentar alimentar y distraer al monstruo, este devoró a otro compañero.
Estaba claro que vegetariano no era.
El último miembro del equipo salió corriendo. Siguiendo el patrón, supuso que el próximo en morir sería él, lo cual era una conclusión errónea basada en un proceso equivocado y un resumen de los hechos incompleto.
Al final, usó carne de jabalí de la mejor calidad para atraer al monstruo ardilla hasta una trampa. Gracias a su grasa y su pelaje, este podía soportar muy bien el fuego y el hielo y, aunque nadie lo había diseccionado para comprobarlo, resultó que también poseía órganos para respirar bajo el agua.
Finalmente, se deshizo del monstruo ardilla por medio de un entorno vacío, lo que demostró que no era un ser anaeróbico.

Los monstruos malvados parecen fuertes, pero todos ellos tienen puntos débiles, inclusive los seres alquímicos.
Así pues, por fin, la brujita se iba a enfrentar a un monstruo malvado estándar, es decir, un gran monstruo malvado con forma de homínido.

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