Ma’awe y el manitú (I)

Ma'awe y el manitú (I)
Ma'awe y el manitú (I)NameMa'awe y el manitú (I)
Type (Ingame)Objeto de misión
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DescriptionUn pergamino de tela del Pueblo de los Manantiales que cuenta la leyenda de cómo el joven dragón Ma'awe creó las aguas termales. Cada fragmento parece haber sido escrito por un poeta de una época distinta.

Item Story

Cuenta la leyenda que hace mucho, mucho tiempo, las tierras de Natlan fueron el hogar donde los orgullosos dragones deambulaban con total libertad.
En aquellos tiempos aún no existían tribus humanas, y los dragones eran mucho más grandes y orgullosos que ahora.
Al igual que los humanos de hoy día, los dragones se dividían en diferentes tribus, cada una gobernada por su propia matriarca.
Entonces, no había aguas termales ni lagos tan tranquilos y cristalinos como joyas.
Y por supuesto, claro está tampoco había ruidosos bardos ambulantes ni esos lánguidos poetas de las aguas termales.

En aquel entonces, entre los dragones que deambulaban por la vasta tierra escarlata, había una cría diferente al resto.
Como seres orgullosos que eran, siempre habían mirado por encima del hombro al resto de seres vivos, ya fueran mensajeros de los cielos o almas mortales.
Ni siquiera las guerras antiguas pudieron eliminar su abrumadora dignidad; al contrario, la llama del sufrimiento forjó su fortaleza y orgullo.
Pero aquella cría de dragón era diferente. Le fascinaba escuchar canciones de los manitúes mientras en secreto observaba el comportamiento de los humanos.
Se llamaba Ma'awe, que significa “vínculo” en una lengua antigua que ya nadie conoce.

El pequeño Ma'awe nunca había vivido las guerras antiguas y desconocía las “virtudes” de los dragones.
Para él, no había nada más placentero que las frescas noches bajo la luna y las cálidas sombras que reflejaban los acantilados rojizos.
“¿Cómo puede tolerarse tanta holgazanería en el palacio del Señor de los Dragones? La cría debe rencontrar la ambición y furia de su noble legado”.
Así afirmó la matriarca de los dragones, ordenando al pequeño Ma'awe abandonar la tribu para crecer como un verdadero dragón.
Solo así su corazón se endurecería hasta ser tan duro y orgulloso como la obsidiana, y podrá entonces perseguir elevadas y crueles ambiciones...

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