Brisa de Sabaa

	Name	Brisa de Sabaa
	Type (Ingame)	Material de talento de personaje
	Family	Costume
	Rarity
	Item Source (Ingame)	Comprar en la Tienda
	Description	Un elegante atuendo para Nilou. Este vestido, ligero como una pluma, parece estar tejido con innumerables flores. Con él, flota una suave fragancia que evoca el viento del este durante el amanecer, trayendo consigo las hermosas bendiciones de un mundo fantástico.

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Cuenta la leyenda que la hermosa Simulanka nació de las “palabras”, y que cualquiera allí podía poseer poderes mágicos increíbles.
Y la diosa escribió la proclamación predestinada de un hada del Bosque de las Bendiciones que descendería con la pesada carga de salvar a los habitantes de papel.
Cuando Nilou atravesó el maravilloso y onírico mundo de cuento de hadas que estaba visitando, vio que los habitantes de papel se encontraban sumidos en una profunda crisis y una gran agitación.
Una extraña enfermedad se había extendido entre ellos, causando que fueran perdiendo la memoria de forma progresiva e incluso su sentido de ser, y el bosque, otrora lleno de vida, se encontraba al borde de convertirse en un yermo gris y sin vida.
Envuelta en un brillante halo, Nilou trajo consigo la esperanza, y todas las miradas ansiosas se centraron en ella.
Sin embargo, ella no tenía la capacidad de entregarles lo que tanto anhelaban de forma inmediata, aunque, por suerte, no se dejó vencer por tan pesada carga.
Tal y como sucede al principio de innumerables historias, una protagonista de lo más común debe hacer nuevos amigos en una tierra desconocida, adaptándose poco a poco a la situación única en la que se encuentra.
Y de la misma forma en la que se preparó para el baile en el Festival Sabzeruz, comenzó dando palos de ciego, mas tras un arduo proceso de prueba y error y un meticuloso ejercicio de memorización, aprendió los pasos de memoria.
Nilou confiaba en que, incluso si no era aún capaz de canalizar la magia del hada, sí podría conferir bendiciones y esperanza a la gente.
Ya se encontrara iluminada por los brillantes focos del Gran Bazar o por los cambiantes e infinitos colores del Bosque de las Bendiciones, poseía su propia magia única.
Tarareando, les enseñó a los habitantes de papel una melodía suave y delicada. Mientras la música flotaba en el aire, extrañas sensaciones despertaron alegres recuerdos enterrados en lo más profundo de sus corazones.
Entonces, comenzó a bailar, ligera como el vuelo de un cristalóptero, haciendo desaparecer su angustia y dispersando su pánico como si se tratara de una fragancia floral arrastrada por los vientos del este al amanecer.
Tras recuperar la paz mental, todos fueron capaces de pasar un día sin ahogarse en su propio miedo.
Aquella era la primera vez que habían dormido tranquilos desde que la crisis hubiera llegado al bosque.
Tras regresar a su pequeña choza, Nilou se sentó y comenzó a pasar las páginas de su libro en silencio, intentando aprender más sobre Simulanka.
Según los registros, la llegada del hada del bosque era la señal crucial que proclamaba que el héroe de la profecía llegaría finalmente a congregar a sus compañeros.
Pero Nilou no lo tomó como un símbolo de que la salvación estaba ya a su alcance, ni se sentó de brazos cruzados sin hacer nada. En vez de eso, continuó buscando conocimientos más específicos para hallar la manera de que la profecía se hiciera realidad.
Su objetivo era conferir una bendición mágica a los habitantes de papel al llevar a cabo su grandiosa y emocional danza. Y, al hacerlo, resolvería la crisis de una vez por todas.
Así lo quiso y así lo hizo: el resto de la historia continuó de la manera más cálida y positiva posible.
Toda la espera no había sido en vano, pues su perseverancia fue recompensada con un final feliz.
Largo tiempo después de abandonar el reino de ensueño de Simulanka, la emoción de aquella época todavía reside en este vestido. Incluso ahora, mientras Nilou baila, la alegre fragancia de la tinta hace acto de presencia con cada una de sus respiraciones.
Pero Nilou nunca llegó a preguntarse por qué había sido elegida ella como el hada del bosque...
Tal vez esa era la susodicha bendición: en un futuro tan profundo y distante como el cielo nocturno, donde el bien y el mal coexistían, había iluminado un lucero para guiar a la gente a través de sus pensamientos más hermosos.
Si tal bendición hubiese sido concebida por alguien que no tratara cada momento de la vida con gentileza y bondad, el lucero habría brillado con una luz limitada que no habría conseguido penetrar la compleja naturaleza de la realidad.
Solo alguien con el corazón tan puro como el rocío de la mañana y que escuchara atentamente la bondad de su voz interior, podría ofrecer una bendición tan sincera y efectiva aceptada por todos.