
![]() | Name | Registros de la Sacerdotisa (II) |
Type (Ingame) | Objeto de misión | |
Family | loc_fam_book_family_6969423, Non-Codex Series | |
Rarity | ![]() | |
Description | Registros de la Sacerdotisa (II) |
Item Story
... Los efectos del robo del flogisto se agravaron día tras día. La mayoría de los soberanos permitieron que los humanos se volvieran los unos contra los otros y se enfrentaran en combates y guerras. Algunos incluso los animaron a cometer más atrocidades. Consideraban esto como un método efectivo para controlar la población humana... o, tal vez, simplemente como una forma de entretenimiento. Los refugiados que se dirigían hacia el norte aumentan cada vez más, y las noticias que traen son cada vez más alarmantes. El jefe de Kacho'pinik ofreció a su hija en matrimonio al líder de los Culhua, con la esperanza de ganarse su favor. Pero, en vez de eso, los Culhua le cortaron la (...), la sacrificaron a (...) y lideraron un ejército para invadir su pueblo, ya que tenían mayores reservas de cereales. No entendían cómo extraer la fuerza vital de la sangre, pero imitan nuestras costumbres y ofrecen sacrificios sin sentido a los dioses de sus delirios. Hablé con Kemonel. Incluso ella sintió una punzada de pena, aunque su compasión no era por los humanos, sino por su propia familia reducida a meras bestias. Cada vez más humanos habían empezado a domesticar a los Dragartos, convirtiéndolos en herramientas de matanza, pues incluso despojados de su intelecto, sus garras y colmillos podían desgarrar la carne con facilidad. Así, Kemonel buscó aliarse con aquellos humanos que anhelaban la paz, con la esperanza de aprovechar sus almas para tejer un sueño eterno y dichoso para los dragones de sus dominios. Incluso los desafortunados caídos podrían despojarse de las formas que los aprisionaban y encontrar felicidad y consuelo en este sueño. No era un plan inviable, pero su enfoque debilitaría inevitablemente la vigilancia de los asentamientos humanos, invitando a un mayor sufrimiento a aquellas frágiles criaturas descendidas de las estrellas. La tristeza de los humanos se debe a su falta de jerarquía. Los dragones han nacido para someterse a sus superiores y mandar a sus inferiores. Aunque me presentara ante ellos con apariencia humana, captarían mi olor al instante, reconocerían mi posición y obedecerían mis órdenes, porque es la ley grabada en su sangre, su camino ordenado por la naturaleza para que los débiles veneren a los fuertes, los descendientes sigan a su progenitor y los súbditos sirvan a su soberano. Pero los humanos son diferentes. Los humanos nacen para engañar a sus superiores, atormentar a sus parientes más débiles, traicionar a clanes enteros o incluso masacrar la misma sangre que les dio la vida, solo para su propio beneficio egoísta. Sus ojos no reflejan ningún camino ordenado, y si lo hicieran, los humanos inventarían sin duda un sinfín de excusas para abandonar dicho camino. Sin la guía y el control adecuados, repiten las mismas atrocidades y nunca aprenden de sus errores pasados. Toda profanación de la vida es una blasfemia, una mancha imperdonable para el honor del rey. Así, solo elevando a los humanos a un plano de igualdad con los dragones, obligándoles a aprender la necesidad de que los débiles se arrodillen ante los fuertes y el significado de un camino ordenado, podrá purgarse por completo su capacidad de cometer atrocidades. ... Es una idea que aún no se ha hecho realidad. Si el saqueador de más allá del cielo puede sellar un planeta entero para obligar a la humanidad a seguir su orden impuesto, ¿por qué no debería yo sellar mis dominios? Que se convierta en un refugio impenetrable. Que nada de lo de dentro escape, y nada de lo de fuera entre. Un sistema cerrado de disciplina perfecta, donde pueda esculpirse un futuro perfecto para la vida... Que este plan se llame “Xibalbá”, un título prestado por los humanos de mis dominios, cuyos mitos primordiales susurran sobre un inframundo. Si tiene éxito, ni los soberanos ni el gran enemigo abismal podrán violar sus leyes selladas. Un título apropiado para un santuario que ni siquiera los dioses pueden corromper... ... Los días de vigilia del rey son cada vez más raros, así como nuestras oportunidades de comunicarnos con él. Aprobó el plan de Kemonel, así como el mío. Igual que Kukulcán, yo también empecé a sentirme perdida. ¿Qué tipo de camino haría feliz a su majestad? ¿Qué tipo de camino podría garantizar la prosperidad de esta tierra durante decenas de miles de años? No lo sé. El proyecto Xibalbá progresa sin problemas, pero aunque fuera a la perfección, no podría convencerme. Si la jerarquía de poder no ha logrado aliviar el sufrimiento del rey... Si la sabiduría que me otorgó no puede comprender cómo complacerlo de verdad... Entonces, ¿con qué derecho me atrevo a definir el camino para todas las demás vidas? Tal vez deba observar más a los humanos, humanos inmaculados, humanos que no han sido mancillados por burdas tradiciones. Si hay alguna esperanza, entonces... |
The main purpose of her E is not to deal damage, but AoE dendro application. On top of that her ...