
![]() | Name | Los humanos de petrisco (II) |
Type (Ingame) | Objeto de misión | |
Family | loc_fam_book_family_1062 | |
Rarity | ![]() ![]() ![]() | |
Description | Una novela fantástica que circula entre las tribus de Natlan y que se dice que está traducida de una obra popular del famoso autor de Fontaine, K’n-yan. Sin embargo, los habitantes de Natlan que han visitado la Corte de Fontaine afirman que no han podido encontrar el original, ni tampoco han conseguido encontrar a ningún lugareño que haya oído hablar de un autor llamado “K’n-yan”. |
Table of Content |
Item Story |
Obtained From |
Gallery |
Item Story
Si no lo hubieras visto con tus propios ojos, no habrías creído que en una metrópolis tan próspera pudiera haber vestigios de una era tan incivilizada. Tras varios días investigando, Akhra y tú al fin encontraron la base del grupo radical que decía ser el “mensajero de los ignorantes”. Se encontraba en una iglesia destartalada que había debajo de un gran puente. Esto te hace estar aún más seguro de que no son más que un puñado de luditas que se han quedado atrás debido al progreso tecnológico, y que no tienen nada que ver con una conspiración política, como afirmaban algunas personas. En cualquier caso, tanto Akhra como tú saben que necesitan pruebas para informar al Consejo de Gurúes Tecnológicos. Así pues, deciden esperar a que los radicales, que no paran de transportar mercancías extrañas, abandonen su base para infiltrarse y agarrar lo que buscan. Pasaron tres semanas hasta que por fin vieron la oportunidad de hacerlo. En la iglesia suele haber doce personas yendo y viniendo todo el rato, pero esta mañana todos se fueron en un carro de carga y, por lo que han observado hasta ahora, no volverán hasta que caiga la noche. Akhra y tú deciden dividirse, de modo que él se quedará vigilando en la entrada mientras tú investigas dentro de la iglesia. Los largos y sinuosos pasadizos están impregnados de un extraño olor similar a un antiséptico. Tras tantear durante un buen rato en la oscuridad, finalmente encuentras una salida. No sabes si es porque todo este tiempo solo te has servido de la tenue luz de una vieja lámpara de aceite, pero tienes la sensación de que la iglesia es mucho más grande por dentro de lo que te esperabas. Gracias a la débil luz, distingues vagamente que al lado de una pared hay un montón de bidones de metal extraños. Eso debe de ser lo que los radicales transportan día tras día desde su base. Te acercas a ellos con cuidado y ves que tienen una etiqueta en la que está escrita la palabra “Ignorancia” en lengua común. “Tal vez esté relacionado con alguna antigua religión”, piensas. Sin embargo, justo cuando vas a llevarte un bidón para investigarlo, sientes en los hombros un par de manos gélidas. “¡Maldición!”. Akhra y tú han estado vigilando durante tres semanas y solo vieron entrar y salir de la iglesia a doce personas. ¿Acaso ese tipo no había salido? ¿O tal vez había otra entrada distinta? En medio del caos, das una patada sin querer a un bidón, cuyo contenido se derrama y deja salir un fuerte hedor a antiséptico, igual que el que oliste al entrar en la iglesia. El terrible olor te pone en alerta y logras ver con claridad la cara del tipo que se te acercó por la espalda. Esa cosa —pues apenas puede llamarse “humano”— tiene una cara retorcida con dos agujeros en ella. “¿Has visto eso? ¡¿Lo has visto?!”, grita él mientras extiende sus corpulentos brazos para tantear. Resulta que es un hombre ciego; puede que esa sea la razón por la que no salió de la iglesia. Al darte cuenta de ello, te diriges rápidamente hasta el lugar por el que entraste y sales del pasadizo oscuro como buenamente puedes. “Oiga, jefe, ¿qué pasó? ¡Cuidado, no se mueva!”. Aturdido, oyes la voz de tu ayudante, que se acerca a ti lo más rápido que puede. La operación fracasó, pero no con las manos completamente vacías, ya que al menos lograste llevarte dos de esos extraños bidones. Con ese pensamiento en mente, consigues ponerte en pie. A duras penas levantas la cabeza y, de repente, ves ante ti un monstruo que parece un esqueleto y una máquina al mismo tiempo. Tiene la cara hundida hacia dentro y te mira fijamente con sus ojos huecos. Entonces, oyes una voz fría como el hielo... “Has visto al ignorante, ¿verdad?”. |
Obtained From
Shop
Name |
n/a |
items per Page |
|
Skirk in her ideal team would have copious amounts of DMG%, thus she's quite ATK-hungry. Mistsplitt...