
![]() | Name | Las llamas del crepúsculo otoñal (III) |
Type (Ingame) | Objeto de misión | |
Family | Las llamas del crepúsculo otoñal | |
Rarity | ![]() ![]() ![]() | |
Description | Un pergamino que ha pasado de generación en generación en la Tribu Plumaflora. Parece como si se tratara de dos historias de épocas diferentes que se mezclaron en algún momento. |
Table of Content |
Item Story |
Obtained From |
Gallery |
Item Story
Al cruzar la esquina, se podía ver la bandera que simbolizaba el poder. Casi por acto reflejo, él apretó con más fuerza las manos de ella, y con un entusiasmo férvido, no se dio cuenta de que la chispa se había deslizado entre los dedos de la chica. A continuación, había fuego por todos los lados y el espacio reducido pasó a ser una tumba en llamas. “¡Rápido, vamos hacia allá!”, gritó él asustado mientras no le soltaba el brazo, pues quería escapar de la lluvia de fuego que iba a caer. El calor le nubló poco a poco la vista. “No hay escapatoria”, dijo ella en voz baja mientras, como de costumbre, dejaba que él le agarrara del brazo sin oponer resistencia. “He bloqueado todos los pasadizos”. Consciente de que no le quedaba escapatoria, el dragón gigante lanzó un rugido de odio que sacudió la estrecha caverna como un trueno. Ella vio cómo agitaba las alas en vano, como si intentara apagar el fuego abrasador, pero era demasiado tarde. La resistencia desesperada de la bestia la traicionó. El frasco lleno de flogisto líquido se hizo añicos en el forcejeo, y la lluvia de fuego que caía devoró su carne y su sangre. Un espeso humo negro se elevó, lo que sofocó la escasa luz entre las grietas de la roca, como si quisiera acabar con el sombrío sol del crepúsculo otoñal. El humo negro la sofocaba. Su resistencia era inútil, pero se arrastró hasta él, y tanteó torpemente para acariciar su rostro y ofrecerle un último beso de despedida. “Ni siquiera la muerte puede separarnos”, susurró, e intentó levantar las manos, pero ya no las sentía. Sin embargo, al final su mano cayó, y la cuerda del arco, que había permanecido tensa durante tanto tiempo, emitió un grito penetrante en un ansioso éxtasis. Las afiladas flechas adornadas con plumas atravesaron los vientos de la noche otoñal como truenos. Iban ferozmente hacia el dragón gigante, que se revolcaba agonizante en el fuego. A través de las ardientes llamas, que casi borraban la luz del crepúsculo, vio a un grupo que corría hacia ellos. Sonrió, miró la cabeza del dragón gigante e imaginó lo que sucedería una vez que el fuego se hubiera extinguido; imaginó qué caras pondrían cuando vieran aquella escena. “Los refuerzos de la Tribu Plumaflora...”, pensó. Eran los héroes que habían viajado junto a su madre desde el principio. Y ahora, por fin no había escapatoria para el dragón que había intentado cazar durante tantos años. “Al final, era cierto que no había escapatoria”, pensó. “Están muertos”, dijo el anciano Nyamgondho mientras se secaba el sudor de la frente, que reflejaba el aceite de las velas. Luego arrancó media cortina quemada de la viga y la tiró a un lado. Los muchachos que habían corrido a apagar el fuego se reunieron a su alrededor, y no pudieron evitar preguntarse cómo se había podido incendiar tan repentinamente el almacén que estaba tan vigilado. El anciano suspiró y miró a su alrededor en un intento desesperado de encontrar una pista de lo que había provocado el incendio. Sin embargo, al igual que antes, solo quedaban los restos carbonizados de dos cuerpos y la calavera de un dragón colgando en lo alto... Era del dragón malvado que ella había derrotado hacía tan solo unos años. El almacén estaba quemado por completo. |
Obtained From
Shop
Name |
n/a |
items per Page |
|
Skirk in her ideal team would have copious amounts of DMG%, thus she's quite ATK-hungry. Mistsplitt...