El despacho de los gatos (II)

El despacho de los gatos (II)
El despacho de los gatos (II)NameEl despacho de los gatos (II)
Type (Ingame)Objeto de misión
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DescriptionTras descifrar el sortilegio de las palabras felinas, Perroux encontró la entrada del despacho y “saltó hacia la sombra que hay debajo”. ¿Qué pasará después?

Item Story

“¡Ha venido! Por favor, siéntese”.
Los gatos están muy contentos.
“¡Sí! No fue nada fácil encontrar su despacho”.
Esa noche, Perroux buscó siguiendo las instrucciones de la invitación.
Resultó que entre los carros que transportaban basura, había uno con las ruedas rotas que permanecía parado en el mismo lugar. Bajo el carro, Perroux encontró un agujero negro que se fusionaba con las sombras del cual emergían vagamente luces y sonidos, y por cuyo interior descendía una escalera de caracol.
Este despacho de los gatos está realmente escondido.
“Esa es la naturaleza de un gato callejero. ¡Por favor, entiéndalo!”.
El gato atigrado de ojos dorados habló con aparente humildad, pero su cola se dobló con orgullo.
Perroux se dio cuenta de que se trataba del gato atigrado al que solía alimentar y que solía tumbarse en la ventana de la casa de su amo, moviendo la cola perezosamente. En cuanto a los otros gatos, a Perroux no le resultaban familiares.
El gato atigrado se presentó ante Perroux:
El gato atigrado es el mismísimo jefe de los gatos.
El gato de patas floridas que tengo a mi izquierda es mi esbirro.
La gata tricolor que tengo a mi derecha es muy inteligente. Para escribirle la carta a Perroux, cada gato se arrancó un pelo del bigote para hacer un pincel, mojarlo en tinta y que, así, la gata tricolor pudiera escribir la carta.
“Y luego está esta gata chamuscada, que es un poco fea y con algunos claros de sarna, ¡pero no la menosprecies!”.
Estos gatos formaron El despacho de los gatos para ayudar a los gatos de la ciudad a resolver sus problemas.

“Entonces, ¿qué problema ha resuelto la agencia?”.
Perroux preguntó con curiosidad.
El gato atigrado movió la cola hacia la izquierda y dio paso al gato de patas floridas para que hiciera su aparición.
“Soy el valiente gato de patas floridas. ¡El jefe, Roncófilo, me encomendó un encargo y yo me encargué de llevarlo a cabo, miau!”.
“El jefe de los gatos ha abierto un hotel muy, muy lujoso, que no tiene nada que envidiar a los grandes hoteles de los humanos. Cuando lo inauguró, fueron innumerables huéspedes a alojarse en él”.
¡Los gatos tienen sus propios hoteles de lujo! Perroux estuvo apunto de sacar sus notas y apuntarlo.
Incluso Perroux pasaba junto a la puerta y miraba con admiración el interior. La sensación que tenía era como cuando de niño tomabas una piruleta y no podías resistir la tentación de darle un lametón.
“Pero los ronquidos del jefe eran demasiado fuertes. Los clientes no podían dormir por el ruido, y el negocio empezó a ir cuesta abajo”.
“De repente, un día, aparecieron en el hotel un montón de ratones que mordisquearon las cosas de los huéspedes. Entonces, el jefe tomó medidas e hizo un gran trabajo”.
“Desde entonces, cuando oyen los ronquidos del jefe, los huéspedes dicen sosegados: ‘Buen gato, buen gato’...”.
“En realidad, no había ratones en el hotel. Fui yo quien los llevó en mitad de la noche y los atrapó”.

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