Notas de un afinador (II)

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Notas de un afinador (II)
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Notas de un afinador (I)
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Notas de un afinador (II)

Notas de un afinador (II)
Notas de un afinador (II)NameNotas de un afinador (II)
Type (Ingame)Objeto de misión
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DescriptionLa segunda parte de las notas de un afinador.
Aurelio dividió los fenómenos en cuatro categorías: sustancias, propiedades, cualidades y relaciones. Como bien sabrán, el más importante de todos son las cualidades, que comúnmente se conocen como las “cuatro cualidades”, a saber, la memoria, los deseos, el alma y la personalidad.

La llamada “conexión con el ego” consiste en tocar la melodía de uno mismo para conectar la sustancia con la cualidad y, así, controlar por completo la voluntad propia y hacer que la música humana resuene como la música ecuménica.

Sin embargo, la melodía tanto de los mortales como de los dioses está destinada a ser efímera; como una cuerda tensada que, al romperse, es incapaz de producir un sonido tan sublime como el de un instrumento de viento. De forma análoga, cuando se ordena a los esclavos que interpreten una pieza musical, deben afinar los instrumentos para evitar una melodía disonante. Solo al unir y combinar las armonías de los mortales se puede tejer una serenata capaz de rivalizar con la Fortuna. A esto lo llamamos “la «Fobos»”.

Si la «Fobos» dejara de sonar, todo se vendría abajo en un instante. Tanto los mortales como los dioses están destinados a ser conquistados por la Fortuna, a adormecerse sin soñar. Por mucho que cambien de melodía, al final acabarán llegando a la nota prevista. Como compositores, deben entender que si no pueden cambiar la última nota, tampoco podrán alterar la melodía en su totalidad. No podrán componer su propia serenata, y ese es un final más aterrador que la muerte.

En otras palabras, para los mortales, alejarse de la «Fobos» equivale a la traición. Cuanto más intensa sea su melodía, más firmes serán sus deseos y más inquebrantable será el orden establecido por la Fortuna. Nadie puede liberarse de ello...

Por tanto, no podemos considerar a esas personas como iguales a nosotros. Sus elecciones no son fruto del libre albedrío, sino de un destino impuesto por la Fortuna. Carecen de libertad para decidir, y solo pueden interpretar un silencio que ya se ha escrito.

Desde una perspectiva moral y racional, la única opción que nos queda es eliminarlos de la faz de tierra y el agua, tal y como hacemos con las plagas y los incendios forestales. De lo contrario, la serenata de la Fortuna resonará cada vez más hasta que no quede alternativa o posibilidad de rebelión alguna.

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Notas de un afinador (I)

Notas de un afinador (I)
Notas de un afinador (I)NameNotas de un afinador (I)
Type (Ingame)Objeto de misión
Familyloc_fam_book_family_6969338, Non-Codex Series
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DescriptionLa primera parte de las notas de un afinador.
... Lo más importante es distinguir entre las distintas categorías musicales para evitar las confusiones y los malentendidos que causan los significados de las palabras.

Existen tres categorías musicales en el mundo: la música ecuménica, la música humana y la música instrumental.

La música ecuménica es la fuente de todas las melodías. Todas las melodías emanan de ella y a ella regresan. Los cuerpos celestes, tanto los reales como los ilusorios (Evergetia explicará con más detalle los cuerpos celestes internos, externos, inferiores y superiores), el transcurso de las estaciones y los años, los elementos definidos... Todo en el universo se rige por el orden de esta música.

Aquí deben prestar atención a la relación entre la música ecuménica y la Fortuna. Esta última se incluye dentro de la primera, pero la primera no es igual a la última. Cualquier melodía que se asemeje a la Fortuna puede ser llamada música ecuménica, pues esta es equivalente a un mundo entero en sí misma.

Como Casiodoro les explicó anteriormente, nuestra discusión sobre la Fortuna no [...] con nuestro sebasto. Este último usa el nombre de la primera, pero la primera es, en realidad, la regla que domina todos los fenómenos universales, lo que los esclavos llaman “destino”.

La música humana es la música del mundo de los mortales. Tanto la música de los mortales como la de los dioses entran en esta categoría, pues su esencia es una armonía que se produce cuando la música humana entra en contacto con la calidad del alma.

Imaginen un arpa a cuyas finas cuerdas corresponde una sustancia existente en el mundo. La grandiosa música que produce no procede de cada cuerda por separado, sino de la resonancia conjunta de todas ellas. Esta música es lo que denominamos “música ecuménica”.

Al tocar el extremo de una cuerda, el centro también vibrará y emitirá un sonido hermoso. Aunque no toquen directamente la parte central, esta resuena porque está unida a [...].

Lo que intento resaltar con esto es que, igual que en la metáfora de las cuerdas, la música de los mortales y los dioses también se puede tocar, de igual modo que se puede elegir tocar la parte central de una cuerda en lugar del extremo. Es por esta razón que la música humana puede sustituir a la ecuménica, tema en el que profundizaremos en breve.

La música instrumental es la más básica y no requiere una explicación extensa. Incluso un esclavo podría comprenderla.

A continuación, les explicaré la esencia de la «Fobos» y por qué aquellos que carecen de melodía propia no deberían considerarse iguales a nosotros, los seres humanos. Basándonos en la moral y la razón...

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